Lo que el 2012 nos dejó

Último día del año y  a todos se nos ocurre hacer balances. Lo ideal sería que nos balanceáramos todos los días. O sea, que paso a paso fuéramos preguntándonos cómo nos va la vida e ir corrigiendo aquello que no nos gusta. De todas formas está bueno que al menos se nos ocurra a fin de año. Hay gente que ni en estas fechas se pregunta nada. Sigue y sigue como por inercia con sus obligaciones, sin saber exactamente para qué ni a donde va.
Yo tampoco se bien adonde voy, pero al menos me lo pregunto sistemáticamente.
Este ha sido un año extraordinario. Y terriblemente duro. Pero creo que ha sido un curso acelerado de aprendizaje de la vida. Las cosas que aprendí este año fueron muchas, y me siento muy agradecida por ello.
Fue un año terrible, con muchas cosas malas. Muchas. El peor momento económico de mi vida. Y con dos hijos! Pero eso me enseño, (me está enseñando) muchas cosas. Que a la gente que te quiere no le importa un carajo cuánta plata tenés. Que la gente que te quiere te ayuda siempre. O te presta o te regala o te consigue o trabaja por vos.Que no se necesita dinero para vivir. Si, así como lo oyen. Puedo pasar días sin gastar un solo peso. Y aunque el dinero existe, si un día se acaba, si colapsa el sistema financiero, y volvemos al trueque, a mi no se me va a mover un pelo. Puedo ser muy feliz así.
También me enseñó que la felicidad no tiene nada que ver con la plata. Que no tenerla te trae muuuuuchos problemas, si. Estamos de acuerdo. Pero que la plata hace la felicidad, nada que ver!!
Y por sobre todo, aprendí que el Universo es fuente inagotable, y SIEMPRE pero SIEMPRE aparece lo que uno necesita para vivir y/o para cumplir su misión en este mundo. De una forma u otra.
Este año también me enseñó que no se nada. Simplemente no se nada todavía. Y todo eso que yo creí tener tan claro y aprendido, en el momento en que las papas quemaron, se me fue toda la teoría al tacho. Asique volví a leer, a estudiar, a pensar y a afirmar como una recién iniciada. Y está bien que así sea. Y está bien que la vida me de la oportunidad de darme cuenta que no he aprehendido mucho de todo lo que creí saber, y que hasta prediqué cual gurú.
Además aprendí que soy una mujer muy fuerte. Que he superado muchos obstáculos. Todos autoimpuestos, ya sabemos que no creo en que "me hicieron esto" o "me pasó tal cosa" como diría mi terapeuta, son cosas que "convoco" para aprender, evolucionar. Y bueno, se ve que este año quise aprender mucho y pude superar (estoy superando bah, )muchas cosas muy duras y muy difíciles y que aunque a veces crea que me parto al medio del dolor, o del agotamiento, puedo salir, lo puedo superar, todo pasa  y nada es eterno.
También aprendí, ví, viví, sentí, que la crisis es cambio y que del pozo uno sale fortalecido y que la gente puede cambiar y evolucionar y que de cualquier cosa se sale hablando, consensuando y comprometiéndose con el otro, pero sobre todo con uno mismo.
Y por sobre todo volví a ver y vivir que es uno el que se genera el 100% de las experiencias y que por algo se las genera y es la sabiduría de nuestra alma ansiosa por hacernos crecer la que nos atrae esas experiencias sólo para darnos oportunidad tras oportunidad de crecer y evolucionar hacia nuestra misión en el mundo. Que no es otra que ser feliz y dar amor.
Por otro lado la vida me regaló muchas cosas hermosas este año.
Mi hija mayor esta cada día mas bella, inteligente, libre... tiene un carácter que dios mío, la que me espera cuando sea adolescente. Y soy feliz por eso, porque no será una nenita buenita que me dirá todo que si, como fui yo de niña. Será independiente y libre, y eso hará que no se subleve a lo que yo o su padre digamos. Me va a discutir todo hasta entender y comprender el porque de las cosas. Gracias Universo por haberme ayudado a darle esa libertad!!!
Este año también cumplí uno de los sueños de vida: PARIR!! (que pavada suena, no? pero no a muchas mujeres nos dejan parir y no muchas creemos que podemos. Yo no lo creía de hecho)
Tuve mi primer PVDC y soy sumamente feliz por eso. Dios me puso a mucha gente en el camino para lograrlo,porque sabía que si yo lograba eso, mi vida cambiaría para siempre, porque el poder que nos da parir no nos lo da nada. Y sobre todo poder parir cuando todos te dicen que es imposible, y logralo, es algo que te llena de un poder y una energía que jamas había sentido. Me siento casi invencible desde ese momento.
Y por ese motivo tengo mucho que agradecer, y a mucha gente. Primero a mi misma. Porque yo me permití salirme completamente de mi papel de nena buena y obediente. Me permití ser libre por una vez en la vida. Y buscar lo que deseaba y cumplirlo. Y esa determinación me trajo las personas y los medios para lograrlo. Todo vino solo. Se "me apareció" como por arte de magia. Sincrodestino que le dicen.
Después tengo que agradecer a Fernando, mi marido, mi amor y mi compañero que cambió su cabeza completamente sólo para hacerme feliz, y que ahora ve y entiende por lo que pasé, y si ve o se entera de un parto no respetado ya no le entra en la cabeza tanta atrocidad.
También tengo que agradecer a Cristina Gimenez, mi obstetra, que me dio la fuerza, la información y la seguridad  que necesitaba para parir y que con su labor está cambiando el mundo. Y lo está haciendo acá a la vuelta. No está en Europa ni en USA. Esta acá, en esta bendita ciudad. Y la tuve siempre a la mano, y no lo sabía... Y gracias a Aimará Leonori y Priscila Obispo que me sostuvieron, me acompañaron y me brindaron todo el amor incondicional que necesitaba. Y por esa energía femenina que creamos las 4 unos minutos antes de que Gabriel al fin naciera, no me la voy a olvidar jamás... Cada vez que me siento caer, vuelvo a ese momento, y me puedo levantar...
Y por sobre todo quiero agradecer a Paloma, que si ella no hubiera nacido por cesárea hace 3 años y medio, nada de todo lo que viví este año hubiera sucedido. Mi terapeuta me dijo: "en un gran acto de amor,  Paloma vino a abrirte la herida y Gabriel vino a invitarte a sanarla". Es así tal cual.
Y sincronicamente con todo esto, estudié y me recibí de Puericultora, profesión que amo, que me llena el alma, y que me dio tantas pero tantas oportunidades porque a partir de esa decisión de inscribirme surgieron miles y miles de "casualidades", de personas, de oportunidades, de replanteos dormidos, de tanto y tanto, que el solo hecho de haber esta ahí me cambió la vida. Y como a la vida le encanta jugar conmigo, y yo juego con ella, mi primer trabajo de Puericultora es exactamente en el mismo sanatorio dónde me cesarearon. Me pareció tan gracioso! Y le dije, ok Vida. De ésto querés que aprenda MUCHO más que a trabajar como pueri. Ok, acepto. Si puedo parir, puedo cualquier cosa! Y acá estoy. Aprendiendo mucho más que puericultura.
Por eso digo. Este año fue extraordinario. Y terriblemente duro. Pero no me arrepiento de nada. No reniego de nada. Lo único que pido para el año próximo, son menos problemas. Me gustaría un poco más de Paz. Pero no quiero dejar de aprender ni de vivir, ni de crecer, ni de experimentar. Ni de tener desafíos.
Nos deseo a todos un hermoso 2013. El 13 es suerte para los orientales asique decreto que para mi también. JA!
Nos decreto a todos TODA la abundancia del Universo que es mucha y que la merecemos.
FELIZ AÑO NUEVO! FELIZ VIDA NUEVA!

Comentarios

Entradas populares