Dentro de 10 años...

¿Cuál es tu sueño?


Hace muchos años hice un test donde te preguntaban cómo te veías en 10 años. No recuerdo qué respondí, pero seguramente esa respuesta distaba mucho de cómo soy hoy y de donde estoy ahora.

De todas formas es una pregunta que me gusta hacer(me) de vez en cuando.

¿Cómo te ves dentro de 10 años?

Creo que respondiendo eso uno puede tener una radiografía de su presente, de sus anhelos, de sus posibilidades, de sus temores.

Si respondiste a esa pregunta, seguramente lo hiciste con algo cercano a tu realidad. Algo conocido. No creo que hayas saltado de ama de casa a “crío abejas en el campo”.

Y eso nos demuestra lo que nos asusta soñar.

Y me refiero a ese sueño profundo que uno tiene guardado y que a muy poca gente uno le cuenta. Ese sueño que uno esconde porque…

“que van a decir…”

“yo… a esta edad…. “

“no…. Mi marido me mata si hago eso! ”

“no puedo por los chicos…”

“no me dejan”

“no puedo”

Sobre todo las mujeres, que somos bastante “perdón por existir”

Y me di cuenta que sólo cumpliendo ese sueño que uno tiene adentro se puede ser cien por ciento feliz.

Porque sino uno sigue siempre sintiéndose como que le faltan 5 para el peso.

Y le echa la culpa al marido, al novio, a los hijos, al gobierno, a la inflación, a la humedad… y en realidad es que hasta que uno no realice su sueño no se puede ser feliz.

Porque el sueño es uno mismo. Es su naturaleza, su Ser, su esencia. Es eso que el Universo me ha mandado a hacer.

Cuánta gente dice “cuando me jubile voy a estudiar piano… voy a empezar un curso de italiano”.

¿Por qué? ¿Por qué no empezar ahora, ya mismo? Si es lo que te gusta, lo que querés, lo que tenés ganas…

Entiendo el susto. El miedo que da. Tenemos demasiados prejuicios. Mucho miedo al fracaso pero sobre todo al “qué dirán”

Yo por ejemplo: me gustaría trabajar pocas horas y ganar muy bien. Y el resto del tiempo vivir haciendo lo que me venga en ganas. Pero tengo el prejuicio de que si no trabajo 10 horas por día no es trabajo. De que el que no se desvive trabajando es un vago o un vividor.

De que para que tenga valor el dinero, lo tengo que hacer sufriendo, cansándome, estresándome.

Eso es lo que me metieron en la cabeza de chiquita. Y adivinen como vivo? Si! Sufriendo, cansada, estresada, trabajando mil horas por día.

Pero de mi depende cambiar esa idea, ese patrón mental (diría Louise Hay) para poder vivir como quiero vivir.

Siempre digo que cuando uno pasa la mayoría de edad ya no puede culpar a los padres de cómo nos criaron o de nuestra personalidad. Ya es hora de hacerse cargo y cambiar todo eso que no nos gusta. Desprenderse para avanzar.

Para alcanzar el sueño, nuestra misión, lo que nos llene y nos complete, debemos desprendernos de esas viejas ideas que sólo nos tiran para atrás.

Miren sino a Susan Doyle! Ella sabía cuál era su sueño, pero nunca se atrevió a hacerlo realidad. Hasta que un día ya no pudo más, y fue al casting. A partir de ahí, el Universo le dijo “así es Susan, esto viniste a hacer a este mundo… yo te di ese don… úsalo!” y cosas maravillosas y milagrosas empezaron a pasar para ella…

¿No es tiempo de que cosas maravillosas y milagrosas pasen también para vos?

Comentarios

  1. Buenisimo Liz, anda pensando en convertirte en escritora de Auto Ayuda, vas a ganar mucho !!!!
    En serio te lo digo!!!

    Pasá por mi blog que te dejé un presente.
    Abrazossss

    ResponderEliminar
  2. Jajajajajja sos un personaje Romi... jajajaja
    Te digo un secreto???? es mi sueño!!!!!!!jejeje algun día, algun día....
    Que lindo q te guste...
    Besotes.
    Ahi voy!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares